Flor de leyendas

Alfredo Casona

Flor de Leyendas

Alejandro Casona (1903-1965)


   Casona en 1932 recibe el premio Nacional de Literatura por Flor de Leyendas. A causa de la guerra civil deja España y luego en Argentina sigue escribiendo y disfrutando del éxito, su obra teatral "Los árboles mueren de pie" fue representada ininterrumpidamente durante cuatro años.

   Le da una vuelta de tuerca a historias que conocemos, es una invitación a seguir leyendo. Un libro breve que disfruta, de principio a fin, tanto el niño como el adulto.

   En Flor de Leyendas encuentras: Villancico y Pasión, El anillo de Sakúntala, Nala y Damayanti, La muerte del niño Muni, Las leyendas de Balder, Historia del pájaro que habla, el árbol que canta y el agua de oro (tomada de las Mil y una noches), Lohengrin, Héctor y Aquiles, Los Nibelungos, El cantar del Roldán, El cantar del Mio Cid, Tristan e Iseo, Guillermo Tell, Dioses y gigantes.

   Sospechosa omisión. ¿Por qué motivo algunas ediciones no traen Villancico y Pasión? No lo sé. pero aquí voy al rescate y te dejo el relato para que lo leas. 

     Villancico y Pasión. 

   Aquella noche de diciembre no era una noche como las demás. El viento de hielo que hacía temblar los olivos de Jerusalén a Nazaret sí era el mismo; la nieve que tendía sobre el praderío sus manteles agujereados de charcos, sí era la misma; y también los carámbanos que colgaban sus barbas de enano en los tejados de las chozas. Y, sin embargo, bien claro se veía que no era una noche como las demás; porque en su blancura silenciosa había una íntima tensión, un jadeo impaciente de músicas nunca oídas, un remoto latir de raíces anunciadoras de no se sabe qué tremendo y dulcísimo milagro.
   El viento, en vez de aullar al enredar sus cabellos en las ramas, les susurraba algo urgente y sigiloso como una consigna, y las ramas se abrían asombradas dejándole paso. Las ovejas , acarradas en el redil, se apretujaban inquietas, con un temblor que por primera vez no era miedo. Y hasta la misma nieve sentía un entrañable escozor que le venía de muy adentro y que trasminaba de ella como un caliente vaho animal. Era como si la noche entera, conteniendo la respiración, se hubiera puesta a pensar intensamente para que la nueva madrugada tuviera una nueva idea.
   Tan distinta de las otras era aquella noche, que el cielo mismo se consideró obligado a condecorarla con una estrella más. Los pastores, buenos sabedores de estrellas, no podían engañarse; era una estrella viajera que venía de Oriente, de las tierras morenas del camello y las especias, donde los reyes, al celebrar sus bodas y nacimientos, se hacen entre sí las ofrendas tradicionales del oro, el incienso y la mirra.
   ¿Qué mensaje de cataclismo o maravilla traería aquel lucero errante ?
   De pronto rasgó los aires el clarín angélico y todos los pastores se miraron estremecidos. Cuando los pobres escuchan trompetas, nunca esperan nada bueno. Ellos aguardaban algo tan terrible que quizá no fueran capaces de soportarlo, o tan grande que quizá no fueran capaces de comprenderlo. Pero las sencillas palabras de la Anunciación los tranquilizaron. ¡Era solamente que iba a nacer un niño pobre!
   Entonces cayeron de rodillas y cantaron un aleluya de aliviado gozo. Porque un misterio tan dulce y tan pequeño cabía dentro de su corazón.
   En el establo de barro y paja, como los nidos de las golondrinas, dormía el recién nacido entre la mula y el buey. María le brezaba con una de aquellas canciones lentas que llenaban sus largos silencios de costurera. José trataba de asegurar la puerta salida de sus goznes. Todavía no habían llegado los reyes ni los pastores.
De repente la puerta se abrió violentamente, y otro hombre y otra mujer entraron en el refugio con otro niño. La barba aborrascada del hombre y el largo cuchillo que llevaba cruzado en el cinturón de soga atemorizaron a María, recordándole viejas historias de ladrones.
   - No temáis, dijo el hombre; los soldados me persiguen, pero nunca he hecho otro mal que el necesario para defender nuestras vidas. Sólo pido refugio y un poco de fuego para mi mujer y mi hijo.
   - Acércate, dijo María a la mujer, tus ropas están heladas. Dame a tu hijo que lo duerma en mi regazo.
Y tendió las manos, pero la mujer la rechazó con un grito:
   - ¡No! ¡Nadie puede tocarlo más que yo! El tuyo es hermoso y sano. Guarda tus manos para él.
   María la miró con extrañeza, sin comprender, y la vio llorar en silencio, besando aquella carne de su carne para calentarla, como una vaca a su nacido.
   Cuando fijó sus ojos en el cuerpo del niño comprendió por fin. Unas pústulas rosadas se abrían en sus rodillas, y redondas escamas de plata le salpicaban el pecho como la tiña del musgo blanco en el tronco del abedul.
   - ¡Lepra!...
   ¡No tengáis miedo, repitió el hombre del cuchillo..; no nos acercaremos al vuestro. Ya estamos acostumbrados a andar siempre al borde de los caminos, a no pisar los molinos ni las viñas, a pedir el pan desde lejos y no dirigir la palabra a nadie si no es con la boca contra el viento. Pero la noche está helada, y el pequeño no podría resistirla. Solo pedimos un poco de fuego en un rincón.
   María se sintió conmovida en las entrañas. Tranquilizó a José con una mirada, dejó a su Niño en el pesebre, al aliento manso de la mula y el buey, y tomando resueltamente al enfermo en su brazos lo tendió en el cuenco todavía caliente de las rodillas donde había dormido a su Hijo. Y apretándolo contra el pecho siguió cantando en voz baja para el pequeño leproso.
   Al amanecer, cuando los pastores caminaban hacia el establo entre flautas y rabeles, portando sus aguinaldos y recentales y quesos montaraces, todas las huellas del "mal blanco" habían desaparecido milagrosamente. el niño leproso reía feliz, con todo su cuerpo sano y limpio. Solamente en el hombro derecho le había quedado en recuerdo una marca de plata pequeña y blanca como una flor de lis.

   Treinta y tres años más tarde ardía Palestina en rebeliones de doctrina contra la Roma pagana y de independencia contra la Roma imperial. Los mártires de una y otra eran llevados al suplicio infame del madero acusados de falsos profetas o de ladrones.
   A la cárdena luz de la tarde el dulce Jesús de Galilea agonizaba en su cruz. A su diestra, un fuerte montañes de barba aborrascada se retorcía entre los cordeles de la suya con un lamento más semejante a una queja que a una protesta.
   -¿Por qué me acusan de vivir fuera de la ley si nunca me han dejado vivir dentro? De niño solo conocí el borde de los caminos, ni el lagar de las uvas ni el umbral de los molinos me permitían pisar, ni pedir pan si no era con la boca contra el viento. Nací, como los míos , marcado por el mal y la miseria. De mi padre solo heredé un cuchillo y el instinto animal de las montañas. ¿De qué pueden acusarme ahora los que me acosaron siempre como un perro sarnoso? Solamente una dulce mujer me cantó una noche de nieve sobre sus rodillas y a ella le debo la vida tanto como a mi propia madre. Si hice algún mal inútil, yo te pido perdón por su recuerdo...
   El Rabí le miro profundamente, y vio que en el hombro derecho tenía una marca de plata pequeña y blanca como una flor de lis.
   Entonces le sonrió piadosamente con las palabras del perdón:
   -En verdad te digo que esta misma noche entrarás conmigo en Casa de mi Padre.

El septimo secreto

El Séptimo secreto


Irving Wallace (1916 - 1990)




Encuentros cercanos con algún tipo.
   Desconozco si alguna vez te estremeciste al vivir un encuentro anacrónico, imposible, con una persona. Recuerdo mi sobresalto, semanas atrás, al ver a un clon de HG Wells en el transporte público, encima mi móvil no tenía batería y no pude fotografiarlo y cuando discretamente pregunté a quién estaba a mi lado si conocía a HGW advertí que su mente estaba como mi móvil.

   Pero en otra oportunidad lo que sucedió fue muy distinto, y el sobresalto dio lugar primero al temor y luego a la risa. Argentina, años atrás; visitaba un pueblo muy pequeño, haré un piadoso silencio sobre su nombre, a más de 1200 kilómetros de la Capital Federal (sí mil doscientos, Argentina es un país extenso). Una fiesta al aire libre, entre 90 a 120 asistentes. Allí estaba él, con un traje típico argentino. Inclinaba hacia abajo su cabeza, eso y su sombrero ocultaban su rostro. Como charlé y reí con todos, en un momento me acerqué a él, al estrechar su mano volví a hablar en alemán, como en el pasado; me sorprendí a mi mismo susurrando: "¿Mein Führer?". Pero no, claro que no, ¡no era el Führer!; y nunca, nunca, ha sido mein. Mi interlocutor tendría unos 85 años, y sí: ¡tenía el bigotito hitleriano! pero, además una sordera que agradecí ya que sólo yo escuché mi ¿Mein Führer?

—Yo le propuse que buscara una última vez dos elementos de prueba: otra mandíbula con otro puente dental, el que yo arreglé para Hitler, el auténtico. Si usted, Fräulein Ashcroft, lo encuentra, sabrá entonces que Hitler había muerto y que fue incinerado, como tantos afirman.

Elvis no ha muerto ¿Y Hitler?
   Wallace plantea su novela sobre la posibilidad de que Adan y Eva no hayan muerto, perdón quise decir Adolfo y Eva, es decir que Hitler y Braun sobrevivieron en Berlin. 
   
    El séptimo secreto tiene un buen inicio. Comienza vertiginosamente. Un prestigioso escritor asesinado justo antes de publicar una biografía definitiva sobre Hitler. Wallace suele documentarse primero y escribir después. Nos hace conocer un poco más al personaje de la vida real... ¿Sabías que Hitler pintó cientos de obras? Yo no lo sabía e incluso vendió varias obras (Si Vincent... así fue).

   Muchos años atrás, en una época en que el Feldherr estaba aburrido e inquieto, tuve una idea para que se entretuviera. Saqué una fotografía, una tarde a última hora, del Reichsluftfahrtministerium, el viejo local de Göring, y se la entregué al Feldherr para que se entretuviera reproduciéndola en una pequeña pintura.

   La trama da un giro cuando aparece un Hitler auténtico que no concuerda con la historia oficial.


María con Jesús obra de Hitler.
   Es llamativo cómo los críticos de arte valoraron su obra por que en cuanto sabían que Hitler fue el autor: la obra era mala, tuto, caca, chas chas. Pero si no le avisaban quién las pintó eran muy buenas. Cosas que pasan.


Puntos en contra.
   Hacer sobrevivir a Hitler en Berlin y no en Argentina. Sobre todo teniendo en cuenta lo del doctor Mengele, Eichmann, Priebke, Kopps, Stangl, etc; el submarino de la SS en MDQ y lo de aquel cementerio salesiano.
   Al principio parece que seguirá el esquema de Cronin cuando nos presenta ese enamoramiento a primera vista, almas gemelas, etc. Epa, que de sopetón se convierte en un Henri Miller e innecesariamente nos expone a escenas que impiden recomendar su obra. De novela de misterio cambia a relato de viejo sucio y degenerado. 
   Wallace tiene más interés en desarrollar el encuentro sexual de sus personajes que esmerarse en mejorar el último tramo de su libro. El final es flojo, revanchista, inmaduro. Un final  Hollywoodense y donde Wallace no puede ocultar que su apellido familiar es Wallechinsky.

   La realidad es más entretenida que la ficción. Aquí se cumple e Irving Wallace en El séptimo secreto le erra a la geografía, y no sólo a la geografía. 22/11/63... Gimme a break!

 Nota a mi mismo: No leer libros escritos por Youtubers. No leer novelas sobre la Segunda guerra Mundial.

La mujer que escribió Frankenstein

esther cross

La mujer que escribió Frankenstein.

Esther Cross (Buenos Aires, 1961)



   Existe un pueblo que tiene cerca de 200 años y careció en sus inicios de planificación, orden o proyecto. Desde hace pocos años vivo en ese pequeño pueblo y descubrí una grave dificultad: aun no tiene planificación alguna, orden o proyecto.
   Días atrás murió el padre de un amigo. Su sepelio sería en el cementerio de mi pueblo. Compramos el lote o terreno vecino al de su esposa. Un hallazgo inesperado, la pala chocó la madera de un antiguo ataúd; por suerte aún no llegaba el cortejo. Nos regresaron el dinero. No sabían quienes eran los titulares de ese lote ni quienes estaban en esos dos ataúdes que rápidamente cubrieron con tierra y con terror.
   Improvisamos. Conseguimos un lugar temporal para el difunto que siendo marxista seguramente habría ordenado expropiar esa tumba que nos vendieron y de la que luego nos despojaron. Mientras rezábamos por su eterno descanso alguien todavía susurraba: "¿Qué hacemos acá? ¡Esta no es la tumba!¡No es aquí". El que decía esto, por supuesto, no vive en mi pueblo. Al llegar a casa sabía qué libro leer.

    La mujer que escribió Frankenstein presenta la vida de Mary Shelley  y el testimonio de la época.  Esther Cross nos relata las investigaciones, los avances científicos y experimentos que se realizaban en aquellos años. Experimentos galvánicos, disecciones y profanaciones de tumbas son hechos que al describirse nos hacen pensar que la novela Frankenstein no es más que una novela realista. Vas leyendo el libro y te convences de que MS no podía escribir otra novela que la de su moderno Prometeo. 

   Se vive una época en que los cuerpos de los difuntos no se quedan quietos. Se trasladan féretros de un cementerio a otro, se profanan tumbas, se exponen cadáveres... e incluso lo del monstruo: los muertos cobran vida.
   El párrafo anterior no sólo describe a los pilluelos decimonónicos y sus andanzas. ¡Los pilluelos de nuestra época no son tan distintos! Basta ver esos presidentes que nadie votó: como Hugo Chavez jugando a CSI Caracas profanando la tumba de Simón Bolivar o Pedrosan intentando jugar a lo mismo con Franco. O esas muestras de supuesto arte que exponen cadáveres sin piel y recorren países y continentes enteros. Ni qué decir de Orgullo y prejuicio zombie, o El Quijote y Zombie Panza y tanta película, serie, libro e historieta de muertos vivos que pueblan nuestros días. 
   
   El libro tiene el identikit del monstruo al que el doc llama  en vano de muchas maneras y al cual nosotros llamamos como el doc.    
   Mary Shelley descubre que es famosa y que colocar en  un escrito "por la autora de Frankenstein" facilita las cosas, algo parecido a poner una frases de Stephen king o del New York Times en la portada de tu novela. Una cosa que me sorprendio es que ella pudo ver representado a Franki en el teatro. 

    ¿Leer este libro antes o después de leer Frankensteín? No lo sé. Elige tu propia aventura. Pero no dejes de leerlo, es un libro interesante y muy recomendable.


Matar a un ruiseñor

Matar a un ruiseñor

Harper Lee

(28/abril/1926-MonroevilleAlabama,19/febrero/2016)

To Kill a Mockingbird, 1960 /P Pulitzer 1961


   "Ese libro es un engaño" me dijo un compañero; puse cara de emoji sorprendido y descreído. Llevaba leído medio libro y me parecía excelente. A continuación me dice eufórico: "¡Homero Simpson!" Menos entendía: no veo a los amarillos; en realidad veo poquísima Tv. Ahí pasó a contarme un capítulo de Los Simpsons en que Homero se quejaba de leer el libro y no haber aprendido a matar a un ruiseñor.

   Matar un ruiseñor se ha ganado un Pulitzer y no sé contra quienes competía aquel año pero la novela bien merece más de un premio. Atticus Finch es abogado, viudo y es un padre que procura educar a sus hijos. Eso ya es una rareza en nuestros tiempos vertiginosos. Aún recuerdo aquel padre que gritaba a su hijo "Decime...-malas palabras- ¿Para qué... -malas palabras- te mando a la escuela?" y se quejaba de lo descuidado e irresponsable que era su hijo. Nuestro protagonista no es de estos, nada que ver; quienes conocen a Atticus admiran lo noble y justo que es.

   Es un relato de recuerdos de la infancia de la autora que introduce en un mundo lejano donde los niños juegan al aire libre y juegan usando su creatividad e imaginación. Un niño llega al pueblo y se convierte en complice de aventuras de los hermanos.


   Los niños se entienden muy bien, pronto comparten mucho tiempo juntos. Hasta aquí pensé que los hermanos transitarían la novela conociendo al nuevo amigo. En parte así suceden los hechos. Pero, pronto se advierte que la novela también nos cuenta y bellamente como los niños comienza a conocer el mundo adulto.



Scout & Atticus
  Al único adulto que parecen interesados en conocer es a un misterioso vecino que nunca sale de su casa. Pero pronto descubren también misterios en la vida de su padre a quien espían tanto como al misterioso vecino.

   Existe una peli y la vi; me gustó tanto como al libro. Es de 1962 a blanco y negro. Gregory Peck es el abogado y ganó un Oscar y un Globo de Oro por su papel.


Ve y pon un centinela. 
Es la secuela que nos muestra a Scout 20 años después visitando a Atticus Finch, publicado seis meses antes de la muerte de Lee.

   Es un libro que se disfruta y mucho; describe a unos niños que son niños, no hay una descripción forzada de los mismos, quizás ayude a ello lo autobiográfico de la novela. 

Será marzo o abril.

¡Hola!. Sé que no me extrañas.

Pero si me extrañas poco volveré en marzo.

O si llegases a extrañarme mucho volveré en abril.

F de fugitivo


F de fugitivo.

Sue Taylor Grafton (Louisville, Kentucky, 24 de abril de 1940)
"F" Is for Fugitive, 1989


   ¿Cual es el germen de la serie "El abecedario del crimen"? La serie de novelas nace cuando la autora quiere asesinar a su exmarido. Novata, un poquitín boba y temerosa de las consecuencias decide matarlo en la ficción y así al menos virtualmente calmar sus criminales deseos.

   Esta vez nuestra detective: Kinsey (divorciada, por supuesto) es contratada para probar la inocencia de un fugitivo. Años atrás alguien asesinó a una joven que estaba embarazada. Es contratada por el jefe de una familia al estilo de los Vanger de Los hombres que no amaban a las mujeres de Stieg Larsson. Se sufren mutuamente mientras sus vidas se entrechocan tangencialmente sólo para sacar chispas y alejarse, luego, lo más que puedan del otro. La hipocondríaca, la postergada, el favorito, el que no se muere nunca... a esta familia no le falta integrante que se monte un numerito.

   Si tú fueras el investigador tu tarea sería demostrar la inocencia de tu cliente y listo. Prueba superada.

   Pero, si eres un investigador de novela, debes identificar al asesino, al padre del bebe que la muchacha esperaba, las intenciones de cada uno, el dinero de aquel robo de años atrás. como también, descubrir quien le corta el cabello a Kim Jong-un o si en aquel vuelo corto de Iberia le convidan panecillos o no a los pasajeros. Todo ello mientras te amenazan y ves gente muerta por doquier.

   Llevada al 7º arte quizás califique de cine gore. Si fuera canción sería Jealously yours de Emma Shaplin. Lo cierto es que algunas escenas me recordaron 1280 almas por lo cabrona que se pone la cuestión con esos duelos sin diez pasos.

   Probé abrir la puerta mientras me preguntaba si la situación justificaba un allanamiento de morada. Me dije que no. En última instancia es un delito y no me gusta  cometer ninguno, salvo cuando es por una buena causa.
   
   No es la chica más bonita ni la más femenina, pero, siempre admiro en Kinsey su fuerte sentido de la realidad. Esta tía tiene los pies en la tierra y procura bajar de las nubes a más de uno. Hace años que no volvía a estas novelas y disfruté el reencuentro.

El Greco

El Greco

Título: El Greco


Autor: Francisco Calvo Serraler (Madrid 1948)
Editorial: Alianza Colección Alianza Cien Volumen 49


Antes un loco, hoy un artista.

  El Greco (Creta 1541-España 1614) en su tiempo fue considerado un extravagante más, luego un lunático. Más tarde a fines del siglo XIX un talentoso artista.
   Don Francisco en su libro echa por tierra esas teorías de que su estilo pueda explicarse desde defectos visuales o un desequilibrio mental.

 Criticón, criticón, criticón...

   El Greco se comportó en Roma como un Youtuber ansioso de fama y reputación. Entonces hizo lo que hacen esos chavales "criticar al mejor" y comenzó a criticar nada menos que al recientemente fallecido Miguel Ángel. Los italianos que no son ningunos tontos se enardecieron contra él y el tío tuvo que buscar asilo en España.

    Soy el mejor. Ay... eso de querer que todos vean el brillo de tu estrella. Puedes encontrar dos caminos: El de la paciencia: sigue brillando alguien te verá; o, el de El Greco intenta apagar las estrellas que brillan más que ti, si lo logras quedarás sólo tú: ¡todo un campeón!, si fracasas te vas a España como el Greco.
   Aunque es probable que no sólo haya huido; sino, además, buscado sin éxito, el favor de la corte española de Felipe Two. Criticón o no el Greco no se conformaría con pintar contornos y rellenos. Lo que se jugaba era la lucha y primacía del dibujo (Miguel Ángel, escuela florentina) versus el color (Tiziano, escuela veneciana).

   Consideraba al nuevo realismo moderno iniciado con Giotto, más que una superación; una auténtica catástrofe espiritual, una traición al original sentido teológico de la belleza. Se presenta el conflicto donde lo sagrado y el misterio litúrgico en el arte perecen naufragar

   Criticado. Nuestro artista alcanzó en vida poca reputación mucho tiene  en ello no adaptarse a la moda/corrientes del arte; los cruces culturales de su formación no se lo permitían.

   El desfallecimiento de los sentidos y cualquier clase de quebranto corporal potencia, más que disminuye, no sólo el talento, que transfigura los límites físicos, sino, sobre todo, la libertad creadora. Es como si esta decadencia tristemente sobrevenida, a la que no pocas veces suele, además, acompañar una progresiva falta de aprecio social, empujara al artista genial, así maltratado, a crear en lo sucesivo sólo para sí y a lo suyo, quedando por completo ensimismado. 

Un pintor tiene más suerte que un escritor. 

   El pintor tiene una ventaja sobre el escritor su obra está a la vista en un museo o en una colección privada, en una catedral o un edificio gubernamental. Sólo necesita para ser redescubierto o alcanzar por primera vez renombre de la mirada sagaz de un crítico o un comprador millonario o alguien que haga un montaje viral con su obra (todo es posible). Por el contrario, un libro permanece cerrado, un libro no se cuida tanto como un cuadro. Allí duerme en un estante y si no alcanzó cierta reputación en sus días difícilmente sea redescubierto y ensalzado como puede serlo un cuadro o toda la obra de un pintor.

   Un libro profundo que se disfruta. Tiene 7 reproducciones de la colección del Prado. Cuando parece que el autor arroja una bandera luego la ondea desafiante. La oración final de unas 21 líneas deja sin aliento al lector, no sólo por vaciar tus pulmones para leerla en voz alta.

El Greco, Doménikos Theotokópoulos, salvo en los retratos, se delata por sus cuerpos alargados, rostros graves, el color amarillo y ¡unas pantorrillas fuertes!.

¿otra entrada sobre pintores? Dalí, Salvador. Los cornudos del viejo arte moderno

La chica del tren.

Paula hawkins

La Chica del tren.

Paula Hawkins (Salisbury, 26 de agosto de 1972) 

The girl on the train, 2015



   Dicen que uno suele imaginarse como más feliz la vida de los demás que la de uno mismo. La protagonista de esta novela lleva este postulado a límites psiquiátricos.
    Sin animo de hacer spoilers develo que no la enchalecan ni la alojan en la celda acolchonada. No va por ahí la novela; en realidad va sobre rieles.

   ¿de qué va La chica del tren? De una chica que stalkea a un matrimonio que suele ver desde el tren. Sin vida propia, esta tía le asigna un nombre a él y a ella, les otorga una personalidad, pasatiempos para sus ratos libres, conoce que soñaron la noche anterior y pareciera saber con certeza que alimentos le caen mal y, además, si simpatizan con ideas populistas o desarrollistas, si cruzan o no por debajo de una escalera en la vía pública, y un largo etcétera. ¡Laaaargo!

stalkera
Esta tía ya que se pagó el boleto stalkea por la ventana. Nada se pierde todo se transforma
  Fue llevada al cine, la actriz era bonita pero en la novela es regordeta y sucia con una belleza que ya es parte del pasado. En cine y papel le da al trago como el que más.
   
   Carmen Martin Gaite en "El balneario" nos trae una protagonista que atribuye mucho de su mundo interior al mundo exterior. El resultado es excelente. Su novela corta explora lo onírico, la psiquis, los caminos desandados que empiezan a cerrarse. Un relato breve y armonioso. ¿Pero que hubiera pasado si Carmen hubiera presentado su escrito a una editorial no en 1955 sino en la actualidad? Pues bien que la cosa no quedaba ahí, el editor le arrojaría su libro en la frente y una mareada Carmen recibiría además, la exigencia de alargar su escrito en unas 300 páginas... le exigiría, en fin, "La chica del balneario". ¡Qué bueno que nada de ello pasó y ahí tenemos el hermoso libro de CMG!

   Lo interesante de "La chica del tren" está en el misterio de la trama, la protagonista es detestable y difícilmente pueda generarte empatía. ¿Cómo nos acercamos al misterio? A través del relato en primera persona de nuestra amiga, que nos la complica porque si no esta de resaca, está vomitando o fantaseando una vida más bonita y muchas veces sin saber si lo que tiene en mente es recuerdo, sueño, fantasias o escenas que ha pedido incluir el editor para alargar el libro. Te preguntas ¿Pero que le pasa a esta tía con la realidad? 

   Tiene pocos personajes y los principales son Rachel, Ana y Megan y los tíos Tom y Scott . Dos nombres masculinos cortos y con la misma vocal ¿Qué tal un Peter y un Tom?. Eso ayudaría al lector a recordar quien es quién en una novela donde la protagonista muchas veces no lo sabe.

   Para quien comienza a leer es una novela fabulosa. Pero si ya leíste "El Balneario" de Carmen Martin Gaite y "El extranjero" de Albert Camus no te subas a este tren.   

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