Autor: Carmen
Martín Gaite (Salamanca 8/12/1925-Madrid 22/07/2000)
Colección Alianza Cien volumen nº5. Madrid 1993

Una novela
atrapante. Tiene dos partes: La primera, parece por pocas páginas un relato de
descripciones costumbristas, y luego pienso que repercute de modo diferente sea el que lea
hombre o mujer… a mi me resultó un minimanual de las “mil cosas a las que la
mente femenina puede abarcar”, ya que Matilde, la protagonista me ha recordado
a mi grupo de amigos en el momento que una de mis amigas opina sobre el tema
del cual hablamos. Pero una amiga al leer El Balneario me dijo: “No, no es tan
así, refleja en un 70% cómo piensa la mujer, el otro 30% es LO-CU-RA”.
Me divirtió
mucho sus precisiones tan matemáticas, tan porcentuales y todo. Yo me reía un
poco y le decía que yo apenas si puedo cruzar la calle y masticar chicle a la
vez, que si tengo que pensar a la vez todo lo que procesa esta mujer se me cae el sistema y me desmayo ahí mismo; todo mal: yo sonreía, mi amiga toda seriedad... ¡aunque
con ganas de reírse!.
"-Carlos, ¿y
la señora?
-¿Qué señora?
-La que bajó
con nosotros.
-¡A mi que
me importa!
-Pero,
hombre, ¿Cómo te la has dejado ir así? Estaba hablando conmigo y preguntándome algunas
cosas. Tenía ganas, me parece, de conocernos.
-Alguna
oficiosa sería.
-Por Dios,
yo la quería ver. ¿Cómo has dejado que se fuera? Teníamos que haber sido amable
con esa señora.
Y la buscaba
con la vista por todas partes empeñadamente.
Carlos como
si no me oyera…"
La segunda
parte comienza con todo. Carmen Martín Gaite no se ahorra nada, uno comprende
por donde ha venido y comprende por donde seguir para transitar esta bella
historia.
Con todo, si
hay costumbres, si hay descripciones de la rutina del balneario. De cómo es
todo cuando hay lluvia, de cómo es todo cuando hace calor. Uno lee la novela y
se siente motivado a leer otras obras de esta escritora española.
En el
balneario hay más sillas que gente, eso asusta un poco, como si el lugar
estuviera esperándolo a uno… y aunque la novela es muy recomendable, hay una
mezcla de hastío y depresión que va in crescendo, lo invita a uno a buscar
otros aires.
Sorprendí a
mi amiga (sin esperarlo) al preguntarle “Carmen ¿es soltera? ¿Casada? ¿Divorciada?
¿Abandonada? ¿Viuda?” Sonrió y me dijo “es
una chica muy especial”.
No me canso de leerlo. Hasta hace unos meses no me percaté de que la autora escribió esta novela con menos de 30 años. ¡Estupendo análisis y fantástico blog! He pedido que te enlazasen en Telecinelibros, espero que no te importe. Un abrazo
ResponderEliminarLuisa (colaboradora ocasional en Telecinelibros)
Luisa me alegra que hayas disfrutado pasar por el blog, gracias por tu comentario. Saludos
EliminarOla
ResponderEliminarTsunami
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