Los renglones torcidos de Dios.
Autor: Torcuato Luca de Tena (9/Junio/1923-Madrid-01/Junio/1999)
Editorial División, 18ª edición. Junio de 1987 México
¿Cómo consigue un escritor plasmar la locura en una novela? Torcuato Luca de Tena ahondó en esta pregunta y... siendo contemporáneo del prestigioso psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera, prologuista de la obra, discute con él, le comunica el propósito de ser internado en un sanatorio psiquiátrico para documentar "Los renglones torcidos de Dios". Lo logra sin la colaboración del psiquiatra; y Luca de Tena "convivió, como un loco más, entre los locos" durante 18 días.
Un drama y un misterio. El personaje principal es Alicia Gould de Almenara, detective diplomada, cinturón azul de judo y doctora en filosofía y letras. Uno lee el currículum y piensa que se trata de una doctora o enfermera, pero no. Es una paciente, que al igual que el autor de la novela ha buscado ser internada, para cumplir una delicada misión, utilizar sus dotes de investigadora privada y así descubrir un misterio. Descubrir al autor de un crimen en un lugar en el que conviven más de 800 internos es ardua tarea, más aun, cuando Alice Gould ve que sus aliados han soltado su mano.
La protagonista a pesar de las infidelidades y traiciones que padece, se muestra fiel a su cliente, un prestigioso gastroenterologo, al que han asesinado a su padre. Es fiel también al cariño y al afecto que muchos de los internados le prodigan.
Es inevitable simpatizar con la protagonista, aun cuando algún rasgo, algún episodio sea reprochable. Uno ve que en el libro todos llegan a quererle, a hechizarse con ella, a amigos quienes leyeron la novela, y a mi mismo, nos ha pasado otro tanto.
Dedicatoria. Torcuato LdT transcurre 18 días en un hospital psiquiátrico, puede ver como los enfermos mentales tienen en sus cuidadores aquellos que luchan sin flaquear por restablecer o ayudar a sus pacientes. A ellos dedica el libro:
"Los renglones torcidos de Dios son, en verdad, muy torcidos. Unos hombres y unas mujeres ejemplares, tenaces y hasta heroicos, pretenden enderezarlos. A veces lo consiguen. La profunda admiración que me produjo su labor durante mi estadía voluntaria en un hospital psiquiátrico acreció la gratitud y el respeto que siempre experimenté por la clase médica. De aquí que dedique estas páginas a los médicos, a los enfermeros y enfermeras, a los vigilantes, cuidadores y demás profesionales que emplean sus vidas en el noble y esforzado servicio de los más desventurados errores de la Naturaleza".
Test & Entrevistas. La protagonista es sometida a numerosas entrevistas test psicológicos, brindándoles interesantes resoluciones:
* "Tengo un alto concepto de la dignidad humana; creo que somos una especie... distinta. Y que esta distinción nos impone derechos y deberes. No podemos exigir los primeros sin sentirnos solidarios con los segundos. Si me lo permite, doctor, éstas son convicciones muy arraigadas en mí.
—¿Es usted creyente?
—No lo fui en mi infancia. Ahora sí.
—Eso contradice la... norma general.
—¡Nunca me ha interesado la norma general!"
—¿Es usted creyente?
—No lo fui en mi infancia. Ahora sí.
—Eso contradice la... norma general.
—¡Nunca me ha interesado la norma general!"
*"—¿No tuvo nunca celos del amor que su padre manifestaba por su madre?
—No, doctor. Sigmund Freud, que es quien ha metido esa idea en la cabeza de todos los psicoanalistas, era un perfecto cretino...
—No exactamente un cretino —murmuró el doctor.
—Pero sí equivocado en las interpretaciones exclusivamente sexuales que daba a los símbolos, los sueños y los secretos ocultos de nuestro subconsciente. ¡Vamos, vamos! Pensar que quien sueñe con la aguja de una catedral o con el obelisco de Trajano en Roma está expresando anhelos relacionados con el órgano viril... ¡ésa no puede ser más que la interpretación de un obseso! ¿Por qué no podía Freud viajar en tren? ¿Qué clase de extraña fobia era ésa? ¡Me gustaría ser yo quien hiciese el psicoanálisis a ese caballero! Creo verdaderamente que el obseso sexual era él y no sus pacientes. ¡Eso es lo que pienso! ¡Y no retiro lo de cretino!"
—No, doctor. Sigmund Freud, que es quien ha metido esa idea en la cabeza de todos los psicoanalistas, era un perfecto cretino...
—No exactamente un cretino —murmuró el doctor.
—Pero sí equivocado en las interpretaciones exclusivamente sexuales que daba a los símbolos, los sueños y los secretos ocultos de nuestro subconsciente. ¡Vamos, vamos! Pensar que quien sueñe con la aguja de una catedral o con el obelisco de Trajano en Roma está expresando anhelos relacionados con el órgano viril... ¡ésa no puede ser más que la interpretación de un obseso! ¿Por qué no podía Freud viajar en tren? ¿Qué clase de extraña fobia era ésa? ¡Me gustaría ser yo quien hiciese el psicoanálisis a ese caballero! Creo verdaderamente que el obseso sexual era él y no sus pacientes. ¡Eso es lo que pienso! ¡Y no retiro lo de cretino!"
*Le dicen: ¿Psiquiatría?
Responde: Ciencia inexacta; terapéutica dudosa.
Responde: Ciencia inexacta; terapéutica dudosa.
*—¿Qué haría usted si se encontrara con un sobre cerrado, llevando también el sello y la dirección?
—Abrir el sobre y leer su contenido.
—¿Se atrevería usted a hacerlo?
—¡Usted no me ha dicho que el sobre no fuera dirigido a mí!
—Tendré que decirle eso al señor Wechsler.
—¿Quién es ese caballero?
—El autor del test.
—¡Pues dígale que no estoy dispuesta a que se me rebaje ni un punto por una pregunta que está mal formulada!
—Abrir el sobre y leer su contenido.
—¿Se atrevería usted a hacerlo?
—¡Usted no me ha dicho que el sobre no fuera dirigido a mí!
—Tendré que decirle eso al señor Wechsler.
—¿Quién es ese caballero?
—El autor del test.
—¡Pues dígale que no estoy dispuesta a que se me rebaje ni un punto por una pregunta que está mal formulada!
Cuando la paciente hubo salido, el médico anotó unas palabras en un bloc. A las que añadió con gesto malhumorado: "¡No es usual ver a los ángeles en el infierno!" Mas en seguida lo tachó porque se avergonzaba de haberse dejado fascinar, cautivar, por la belleza, el encanto y la rara personalidad de Alice Gould.
Lucía Mendez es Alice Gould de Almenara. Fotograma de Los Renglones torcidos de Dios |
El guión contó con la mutua colaboración del director y don Torcuato Luca de Tena. No deja de ser una adaptación.
La película de casi 30 años esta muy bien realizada, el guión muy bien logrado, la edición con algunos pequeños errores, la música por momentos acertada, muchos silencios.
Más de un paciente no esta reflejado en la película, el recrear las patologías es todo un desafío que se ha asumido parcialmente; sin leer la novela uno queda satisfecho, habiendo leído la novela uno espera actuaciones más logradas, varios actores no dan la talla en esta película.
Sorprende gratamente el giro argumental del final de la trama, no es algo forzado, y parece tan lógico como lógico resulta el final en la novela.
Notas.
* en algunas ediciones en papel, no me explico por qué alguien puede ser tan torpe, en la contratapa o solapa del libro se cuenta la trama completa. Así que te recomiendo no leas la misma y disfruta de una gran novela.
** Se menciona el Hospital Psiquiátrico de Nuestra Señora de la Fuentecilla, próximo a Zamora, que tiene como referente real el de Conxo, en Santiago de Compostela, donde TLdT hizo estadía.
Hola! No conocía tu blog, te seguiré. He llegado aquí buscando otras opiniones sobre este libro. Acabo de publicar mi reseña y me gustó este libro la verdad.
ResponderEliminarhttps://sofamantaylibro.wordpress.com/2018/01/27/los-renglones-torcidos-de-dios/
Hola SM&L Gracias por pasarte por aquí. Te apunté un comentario, pero la he liado y aparezco como anónimo. Incluso hasta un pequeña corrección te he dejado; algo que nos debemos mutuamente los que compartimos nuestro amor por los letras. Realizas un trabajo interesante. ¡Hasta pronto!
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