El rostro de la Misericordia.

Logo y lema del Jubileo

Misericordiae Vultus

El rostro de la misericordia.
Francisco (Buenos Aires 17/diciembre/1936)


    El Santo Padre ha convocado un año jubilar. Misericordiae Vultus es el nombre de la Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. 

   Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. En la “plenitud del tiempo” (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios.

   El lema se inspira en Lucas 6, 36: “Sed misericordiosos, como el Padre vuestro es misericordioso”. Es un programa de vida que invita a colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida.  “El que practica misericordia, que lo haga con alegría” (Romanos 12,8).

   Cita a Juan Pablo II: “La mentalidad contemporánea, quizás en mayor medida que la del hombre del pasado, parece oponerse al Dios de la misericordia y tiende además a orillar de la vida y arrancar del corazón humano la idea misma de la misericordia. La palabra y el concepto de misericordia parecen producir una cierta desazón en el hombre"

   Un Jubileo Extraordinario de la Misericordia que comienza el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción y concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En la Basilica de San Pedro en Roma se abre la Puerta Santa, que desde el último jubileo (Año 2000 Por los dos mil años del nacimiento de Jesucristo) ha estado cerrada por un muro.

   Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. La misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón.

   Acojamos entonces la exhortación del Apóstol: “No permitan que la noche los sorprenda enojados” (Ef 4,26). Y sobre todo escuchemos la palabra de Jesús que ha señalado la misericordia como ideal de vida y como criterio de credibilidad de nuestra fe. “Dichosos los misericordiosos, porque encontrarán misericordia” (Mt 5,7) es la bienaventuranza en la que hay que inspirarse durante este Año Santo.

   La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros.


   Sin el testimonio del perdón, sin embargo, queda solo una vida infecunda y estéril, como si se viviese en un desierto desolado. Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el tiempo de retornar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.

   Se invita a la peregrinación que es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada
   El Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta: “No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará: una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque seréis medidos con la medida que midáis” (Lc 6,37-38). Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano. Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior. 

Sobre héroes y tumbas.

Título: Sobre héroes y tumbas
Autor: Ernesto Sabato
(Rojas 24/junio/1911-Santos Lugares 30/Abril de 2011)
Edición: RBA editores


   Años atrás leí El dragón y la princesa que Sabato adaptó para Alianza y que corresponde a la primera parte de la novela. Hace semanas logré que me prestarán mi copia del libro y lo leí. Es una novela apasionante. Analizar su estructura puede resultar tan caótico como algunos de sus capítulos, ayudará mucho enumerar sus partes:

1º parte El dragón y la princesa
   Conocer a Martín del Castillo supone para el lector conocer a alguien particular, alguien fuera de serie, un personaje borde. El autor refleja los fantasmas y la inmadurez de la adolescencia en Martín. Quien colmará aún más tu capacidad de asombro es Alejandra, ni qué decir de la relación que comparte con Martín. 
   Ella está enferma pero ni de lejos esperes una historia de amor al estilo Bajo la misma estrella.

Sabato en un estallido de risas.
2º parte Los rostros invisibles
   Martín atraído ciegamente hacia Alejandra y su mundo, comienza a cobrar conciencia de que corre tras una ilusión.
-¿Me estás oyendo?
Martín hizo un gesto afirmativo.
-Mirá, Martín -oyó que ella decía, de pronto-. Yo me separaré de vos, pero nunca creas cosas equivocadas sobre nuestra relación.
Martín la miró consternado.
-Sí. Por muchos motivos esto no puede seguir, Martín. Será mejor para vos, mucho mejor.
Martín no atinaba a decir nada. Sus ojos se llenaron de lágrimas y para que ella no lo advirtiera empezó a mirar hacia delante, a lo lejos: como un cuadro impresionista, miraba sin ver un barco

   Los Vidal Olmos, la familia de Alejandra está venida a menos; al conocer la historia de la familia conocemos la historia de Argentina. Un periodo de la historia con héroes y hazañas que marchan a paso de hombre y no parecen alcanzar o llegar a nuestros días. La historia de los Vidal Olmos es como un réquiem a ese mundo que ya no existe, como en Lo que el viento se llevo donde mucho hay de obituario a un sur que ya no existe. Pero Sabato no idealiza el pasado; la estupidez y la violencia de ayer que desata la locura de uno de los familiares de Aejandra parece estar presente en la locura que ataca al hombre y a Dios en la quema de Iglesias que se da con el peronismo.

3º parte Informe sobre ciegos
   El libro como El túnel del mismo autor comienza contando el final,al inicio se reproduce un fragmento de una crónica policial publicada el 28 de junio de 1955 por La Razón de Buenos Aires allí se lee "Un extraño “Informe sobre ciegos”, que Fernando Vidal terminó de escribir la noche misma de su muerte..."  y que lleva a la investigación a "una hipótesis más tenebrosa" 

   -Autor. Hay un quiebre en el relato ya leemos un informe, escrito en primera persona y que contiene certezas que llevan a decir a Fernando (padre de Alejandra y autor del Informe) "¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato?"


-Tema. Sí me dirás "el nombre ya lo dice, trata de ciegos". Bien, es verdad trata de ciegos; pero Fernando nos habla de que los ciegos conforman una secta perversa que todo lo domina. Vigilaba y estudiaba los ciegos, sin embargo. Me había preocupado siempre y en varias ocasiones tuve discusiones sobre su origen, jerarquía, manera de vivir y condición zoológica.
   
   -Un libro tan dramático y tortuoso necesita una pausa de humor
     ¿cómo comprender que alguien sospeche un complot?  Micky Vainilla no te hablará de los ciegos pero sí de un complot de los pobres. Él no escribe un informe, este cantante pop nazi siempre busca soluciones para alejar a los que discrimina.
¿Alguien tan loco como Fernando?
Sí, Micky Vainilla, un nazi que hace pop 

   Retoma Fernando los hechos relatados en El túnel novela de Sabato y los explica a la luz de sus descubrimientos: Sin ninguna clase de dudas, el crimen de Castel era el resultado inexorable de una venganza de la Secta. Pero ¿cuál fue exactamente el mecanismo empleado? 
   El Informe sobre ciegos es con lejos lo mejor del libro, probablemente exagere pero es como un libro dentro de otro. Puede leerse por separado y aun así entenderlo y disfrutarlo, aunque difícilmente coincidas con el autor del informe.
   Maneja el sarcasmo rozando el humor. Si se hicieran alinear todos los canallas que hay en el planeta ¡qué formidable ejército se vería, y qué muestrario inesperado! Desde niñitos de blanco delantal ("la pura inocencia de la niñez") hasta correctos funcionarios municipales que, sin embargo, se llevan papel y lápices a la casa. Ministros, gobernadores, médicos y abogados en su casi totalidad, los ya mencionados pobres viejitos (en inmensas cantidades), las también mencionadas matronas que, ahora dirigen sociedades de ayuda al leproso o al cardíaco (después de haber galopado sus buenas carreras en camas ajenas y de haber contribuido precisamente al incremento de las enfermedades del corazón), gerentes de grandes empresas, jovencitas de apariencia frágil y ojos de gacela (pero capaces de desplumar a cualquier tonto que crea en el romanticismo femenino o en la debilidad y desamparo de su sexo), inspectores municipales, funcionarios coloniales, embajadores condecorados, etcétera, etcétera.
¡CANALLAS, MARCH! ¡Qué ejército, mi Dios! ¡Avancen, hijos de puta! ¡Nada de pararse, ni de ponerse a lloriquear, ahora que les espera lo que les tengo preparado! ¡CANALLAS, DRECH!

4º parte Un dios desconocido
   Si has leído la no ficción de Sabato acá lo reconoces en su perenne inmanencia, en su coqueteo existencialista pero, dando muestra también de su talento narrativo. El sueño del que despierta Martín, despierta también al lector a una realidad que el autor ya nos había anunciado, pero que parecía olvidada hasta este punto, como esas cosas que sin recordar con claridad sabemos han transitado nuestra mente mientras dormíamos. Encontrarse diciendo: "No podía ser verdad, sabía que estaba soñando"
    Esto que acabo de escribir me recuerda algo que Joe Hill hacía bastante mal en Nos4a2 donde cualquier suceso sensorial era detalladamente descrito e inmediatamente comparado con otro minuciosamente detallado y que poco sumaba a lo que ya comprendiste la primera vez que lo contó. Hill y este servidor podrán hacer esto torpe y pobremente, no Sabato. Que si compara algo mencionado lo hace con una fuerza que te hace estremecer. "Martín no veía sino que la aparición de Bordenave había enturbiado la paz interior, como la entrada de un reptil en un pozo de agua cristalina en que nos disponíamos a beber." 

   No hay héroes, parecen haber sido llevados por los ríos del tiempo, y el destino parece haberlos sustituido por hombres sencillos que recorren las rutas yendo y viniendo, avanzando hacia sus tumbas.

Su hijo Mario Sabato basándose en Informe sobre Ciegos filmó una película llamada El poder de las tinieblas (1979)

Juicio Final

Título: Juicio Final.
Autor: John Katzenbach (EU 23/junio/1950)
Editorial: Ediciones B

Just Cause 1992
   Nuevamente Katzenbach apela a la dupla asesino-periodista. En Al calor del verano un hombre llama a un periodista para confesar un crimen. En Juicio Final un preso del pasillo de la muerte escribe a un periodista y se declara inocente.


    Matthew Cowart es quien recibe la carta de Robert Earl Ferguson. Cowart está en contra de la pena capital, se desplaza a prisión y se entrevista con Ferguson. Contar su historia lo lleva al Pulitzer y a su defendido a la libertad. Rescató a un inocente de morir en la silla eléctrica. Pronto nuevos sucesos hacen sospechar al premiado de haber sido usado como un titere.

   El detective se abalanzó desde el otro lado de la mesa y agarró al periodista de la chaqueta, arrastrándolo hasta sus pies.

—¡Me está cabreando, gilipollas! ¡Y más le vale que no me cabree!
   Brown se lanzó para sujetar a su compañero con una mano y apartarlo de un empujón, dominando fácilmente a aquel hombre enjuto y más pequeño que él. No dijo nada, ni siquiera cuando Wilcox se volvió hacia él farfullando con rabia apenas controlada. Luego se volvió hacia Cowart, pero acabó saliendo de la oficina, con los puños apretados y sin poder articular palabra.
   Cowart se recompuso la chaqueta y se dejó caer en la silla pesadamente. Respiraba agitadamente y la adrenalina le palpitaba en las sienes. Tras unos momentos de silencio, lanzó una mirada a Brown.
—No irá a decirme ahora que no golpeó a Ferguson y que en las treinta y seis horas de interrogatorio en ningún momento perdió la paciencia.

   Katzenbach presenta un relato ameno con giros un tanto predecibles. De los periodistas el único sagaz es el protagonista; sus colegas parecen anulados por la admiración y la envidia. ¡Nadie incomoda o acorrala a Cowart!, Bah.

    EFI. Esta novela cae, como ya lo hizo JK en Un asunto pendiente nos trae una Escena Final Increíble: en la persecución del asesino los policías deciden llevar al periodista con ellos. No creo que en el desenlace de una novela todos los personajes deban estar presentes, es verdad que es más fácil contar que pasa y como participa o reacciona cada uno de ellos, matas a todos los pájaros de un tiro.
    
   Hay gente que sufriendo el modo en que terminan libros o películas, crean su versión alternativa y nos muestran cómo deberían haber terminado ciertas producciones. Aquí cómo debería haber terminado El imperio contraataca:  

    

—. Dígame, Cowart, ¿usted también es un asesino?
—¿Qué?
—¿Ha matado alguna vez? ¿En el ejército, quizás? Es lo bastante mayor para haber ido a Vietnam, ¿estuvo allí? No, puede que no. Usted no tiene la mirada ausente de los veteranos. Pero tal vez haya destrozado un coche cuando era adolescente o algo así. ¿O tal vez mató a su mejor amigo, o a su principal enemigo, un sábado por la noche? ¿O quizá dijo a los médicos de algún maldito hospital que desenchufaran a su madre o su padre ya ancianos cuando sólo un deteriorado respirador les mantenía con vida? ¿Lo hizo, Cowart? ¿Alguna vez dijo a su esposa o su novia que abortara? A lo mejor, Cowart, está usted por encima de todo eso, ¿eh? ¿Ha esnifado rayitas de cocaína en esas fiestas de Miami? ¿Sabe cuántas vidas se perdieron en aquella remesa? Haga números… Vamos, Cowart, dígame, ¿también usted es un asesino?
—No, no lo creo.
Blair Sullivan gruñó:
—Se equivoca. Todos somos asesinos. Sólo tiene que fijarse bien.

Pd.: La tapa de esta novela tiene esos ojos de loco arriba del titulo al igual que los tiene El psicoanalista y La historia del loco, pero nada que ver con aquellas dos novelas. Ponen ojos de loco para ver si alguien pica la carnada.

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