Un diseño acertado ilustra la portada. |
Título: El largo invierno del
espacio
Autor: Raúl Torres (España, Cañada del Hoyo,
1932)
Editorial: Plaza&Janes. Barcelona Mayo de 1986.
La novela ostenta el premio Asimov de novela
de ciencia ficción organizado por el ayuntamiento de Cuenca.
La novela de Raúl Torres se sitúa en el
futuro no lejano. La luna debido a una gran explosión espacial provocada por
los humanos, aparentemente ha desaparecido. Pero, en realidad ha sido
trasladada a otra dimensión, en la que al parecer todo es inmortal. En ese
futuro paralelo o superpuesto, en Alfa-Luna existen unos seres alfa-humanos que
intentan comunicarse con la Tierra y, al fin lo consiguen. Los encuentros muy
bien relatados van guiando la historia, y abarcan hacia atrás, adelante y el
presente la historia y posible futuro de la humanidad en la que estos seres
alfa-humanos lamentan su inmortalidad y pretenden buscar la muerte y seguir así
la misma suerte que los humanos.
"Has de ir allá, al largo invierno del Espacio y tenderte en agradecida inocencia para dormir al fin" Ray Bradbury, Fastasmas de lo nuevo.
"Una misión difícil: morir. Es lo que le habían enseñado siempre en Alfaluna. Econopul 3 recordó su burbuja a miles de kilómetros de distancia, y los fuertes atardeceres lunares repletos de amor y de grandeza, junto a Categori 6 y Categori 7, sus deseos, sus amores eternos; ambas iguales en todo menos en la forma de reaccionar antes las pequeñas y las grandes cosas. Y, a pesar de no morir nunca, era mejor afrontar allá arriba la eternidad sin tantos problemas, en una hibernación casi celestial.
Ahora era necesario continuar, dados los acontecimientos, presionado por Categori 6 y Categori 7, ambas dispuestas a llegar hasta la última verdado mentira. ¿Para qué y, por qué? Se encontraba incluso cansado cuando en Alfaluna, nunca había experimentado tal sentimiento."
Los seres alfa-humanos son Econopul 1, 2, 3 y
4 y Categori 5, 6 y 7. La trama se desarrolla entrelazando muy bien las
historias hacia el desenlace. Y uno puede vivir las instancias de esta
búsqueda, el encuentro, la paradoja, el absurdo y la estupidez de los poderosos,
todo ello en una novela de grata lectura que bien merece el premio de ser leída
y recomendada a quienes aman la ciencia ficción.
Nota: El lector de la multipremiada novela de Isaac Asimov titulada Los propios Dioses, puede encontrar elementos que también están presentes en esta excelente novela de Torres. Recomiendo primero leer la novela de Asimov y luego abordar El largo invierno del espacio.
Este orden sugerido permite disfrutar la riqueza de ambos. Ah... volveré a leer Los propios dioses para presentarla problabemente en noviembre de este año.
En enero de 2014 he creado Misión Ci Fi donde encuentras mucha más Ciencia Ficción & Fantasía.
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