Imperios y servidumbres.

Título: Imperios y servidumbres.
Autor: Fernando Sorrentino (Buenos Aires 8 de noviembre de 1942)
Editorial Seix Barral / Nueva narrativa hispánica.
1º edición Barcelona 1972

   Fernando Sorrentino quizás conocido en muchos países por su libro de entrevistas a Jorge Luis Borges  (hizo otro tanto con Adolfo Bioy Casares), ha publicado tres novelas y más de veinte libros de cuentos.

    Imperios y servidumbres reúne 13 cuentos y cuatro párrafos finales donde FS habla en 1º persona.

"Existe un hombre que tiene la costumbre de pegarme con un paraguas en la cabeza". Abre el juego y es el único cuento que conocía del autor, ya que éste ha sido incluido en antologías.

   Un libro sin desperdicios ni rellenos. Las cosas se ponen un poco absurdas, irónicas; con unos personajes que inevitablemente acompañan al lector luego de su lectura, como quien los busca en su rutina, en el ascensor, en el transporte público, en cualquier lugar pueden aguardarnos. Se disfruta en todo su extensión. Me detengo en algunos cuentos, por elegir algunos de ellos... 

pasatiempo de lectura
Pterodáctilo pichóncito
de criaderos australianos
Un vecino tonto. Sorrentino sabe manejar muy bien el humor, este cuento se disfruta desde el inicio: "Mi vecino de piso es un hombre tonto. Yo en cambio, soy ocurrente y gracioso."

   Tiene varios momentos para reír, la cosa empieza a dar un giro frente a la curiosidad del vecino tonto:

-¿Cuánto le salió el pterodáctilo suyo, coronel?
   A una persona dinámica, capaz de tomar decisiones rápidas, no puede sorprenderlo ninguna pregunta de un vecino tonto:
-El mío me salió... espere que le diga con exactitud... Hace dos años que lo tengo... Últimamente aumentó el dólar (usted sabe que a veces el dolar aumenta). Lo pague en el orden de los catorce mil o quince mil pesos. Pero, eso sí, mi petrodáctilo es de pedigrí.
Pterodáctilo
Costillas de  Pterodáctilo.
   El vecino tonto meditaba con su cara de tonto.
-También-agregue, adivinando sus pensamientos- se pueden conseguir sin pedigrí por seis o siete mil pesos.
  A continuación le informé que los criaban en Australia, pero que la casa exportadora estaba en Inglaterra. Los tontos se cavan su propia fosa: me pidió la dirección de la casa exportadora...

   El final es fabuloso... Esto se pone cada vez mejor.

 El repetido tedio de los viajes. Buena parte de nuestro día transcurre en viajes, el personaje de este cuento piensa "La jornada se hace tediosa, pero no hay manera de modificarla: sobre este punto no hay discusión posible. Tantos viajes iguales son excesivos para un solo viajero, pero no lo serán en la misma medida para viajeros distintos. Multiplicaré entonces mis personalidades."
    Aun no ha sucedido en los múltiples viajes que realizo a diario que alguien entone los primeros versos de la Eneida de Publi Virgilio Marón adaptados a la música de La cumparsita ni que un pasajero se ponga en pie de repente y grite: ¡Caras limpias, almas higiénicas!

  La pestilente historia de Antulin. Este cuento está "basado en hechos reales" aderezado con exageración a piacere. Todo transcurre en una pensión en la que un pesionista se ve obligado a intentar matar a un residente ¿Alcanzará un incendio? ¿electrificarlo? ¿intoxicarlo con gas? Desopilante y genial cierre del libro de cuentos de Sorrentino.

Actualización Octubre de 2015. Ha sido una alegría leer recientemente a través del formulario de contacto del blog un mensaje del autor y una actualización del listado de su obra.
* La página web  es http://www.fernandosorrentino.com.ar 
* Fernando Sorrentino me ha enviado el siguiente enlace donde puedes leer "Existe un hombre que tiene la costumbre de pegarme con un paraguas en la cabeza" y otros cuentos haciendo clic Aquí.

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