Ni nudos, ni cruces... Hipnosis |
Autor: Ian Rankin.(Fife 28 de abril de 1960)
Editorial RBA 2011
Knots & crosses 1987
En Edimburgo (Escocia) dos niñas han sido secuestradas y asesinadas, todo parece indicar que habrá nuevas víctimas.
Ian Rankin es el creador del inspector John Rebus, esta es la primera de las 19 novelas que lleva escritas sobre el personaje.
No es un James Bond, ni un chico políticamente correcto, de pelo castaño y ojos verde oscuro, este alcohólico inspector se las trae.
Libros sin leer. Coleccionaba libros no leídos, aunque cada año leía Crimen y castigo. Dostoievski lo esperaba en su novela cada año Si al menos los asesinos de hoy en día mostraran remordimientos de conciencia… Qué va, los asesinos actuales se jactaban de sus crímenes con los amigos...
La novela es breve, con maestría Ian Rankin construye una historia en la que presenta al personaje, sus relaciones, sus creencias, su pasado sin por ello extenderse innecesariamente.
Libros sin leer. Coleccionaba libros no leídos, aunque cada año leía Crimen y castigo. Dostoievski lo esperaba en su novela cada año Si al menos los asesinos de hoy en día mostraran remordimientos de conciencia… Qué va, los asesinos actuales se jactaban de sus crímenes con los amigos...
La novela es breve, con maestría Ian Rankin construye una historia en la que presenta al personaje, sus relaciones, sus creencias, su pasado sin por ello extenderse innecesariamente.
Al ver una película de terror se atiende a cualquier sombra que cruce la escena, por lo general, uno le atribuye cierta importancia en el desarrollo de la historia. Toda sombra esconde un peligro. Algo similar cuando se lee una novela de misterios o de detectives. Y claro en un caso u otro uno se preocupa o se asombra cuando se ignora un peligro o una pista.
Conocerás el refrán: Del tal hipnotista tal inspector. En Nudos y cruces conocemos cómo la hipnosis tiene sus cultores en la familia: "El hermano de Rebus era propietario de una casa respetable. Había seguido los pasos del viejo y se había hecho hipnotizador, y, por lo visto, era muy bueno; nunca le había preguntado a su hermano cómo lo hacía, ni había mostrado ningún interés o curiosidad por las dotes del viejo. Era consciente de que su actitud seguía intrigando a Michael, que siempre hacía alusiones y le daba pistas falsas sobre la autenticidad de sus actuaciones en el escenario, para ver si con ello despertaba su interés. Pero John Rebus tenía demasiados asuntos que desentrañar..."
Conocerás el refrán: Del tal hipnotista tal inspector. En Nudos y cruces conocemos cómo la hipnosis tiene sus cultores en la familia: "El hermano de Rebus era propietario de una casa respetable. Había seguido los pasos del viejo y se había hecho hipnotizador, y, por lo visto, era muy bueno; nunca le había preguntado a su hermano cómo lo hacía, ni había mostrado ningún interés o curiosidad por las dotes del viejo. Era consciente de que su actitud seguía intrigando a Michael, que siempre hacía alusiones y le daba pistas falsas sobre la autenticidad de sus actuaciones en el escenario, para ver si con ello despertaba su interés. Pero John Rebus tenía demasiados asuntos que desentrañar..."
** Comienzan a llegar sobres con nudos y cruces, alguien está un poco loco y juega a las cartitas anónimas. Locos hay siempre, expertos en nada que lo resuelven todo. Rebus esperaba que hubiese muchas llamadas de chiflados para Anderson. Solía ser así: gente que confesaba ser culpable, llamadas de videntes que se ofrecían a colaborar y a ponerse en contacto con las difuntas, gente que daba pistas notoriamente falsas. Todos movidos por culpas del pasado o fantasías del presente. Tal vez eso le ocurría a todo el mundo.
Pasado imperfecto. ¿Que haces cuando el dolor del pasado intenta proyectar su sombra hacia el futuro? Podrás hacer "la gran Piaf" y canturrear ♪ c'est payé, balayé, oublié, je me fous du passé. ♫ Avec mes souvenirs j'ai allumé le feu.♪ Quizás tu sí, pero esta novela atormenta con recuerdos a los cuales pagarlos, barrerlos, olvidarlos o hacer una fogata no es tan fácil. El pobre Rebus tiene un pasado bien revuelto que se hace presente en la novela.
** El remordimiento le hizo pensar en ir a la iglesia. Al fin y al cabo, era domingo y hacía semanas que se prometía hacerlo, encontrar alguna otra iglesia en Edimburgo y probar otra vez. Detestaba la religión de los feligreses; detestaba las sonrisas y la forma de ser de los protestantes escoceses, ese énfasis en una comunión no con Dios sino con el prójimo. Había probado en siete iglesias de diversa denominación y ninguna le había gustado.
Ian Rankin presenta y desarrolla los personajes, así conocemos al hermano de Rebus y sus secretos, la colega y el periodista Stevens, entre otros.
—¿Cuándo se separaron su mujer y usted?
—Más tarde de lo que debíamos. Lo digo en serio.
Pronto espero disfrutar de otra historia del inspector Rebus.
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